He pasado días tratando de no recordarte, tratando de olvidar nuestro pasado, haciendo infinidad de cosas que me obliguen a dirigir mis pensamientos a otros objetivos. Más sin embargo, sigues acorralandome en mis pensamientos, aprisionas mis emociones cuando emanan recuerdos de ti. Quiero pensar el tiempo diseminara todo vestigio de ti, aunque no creo este tenga el poder de erosionar mi corazón hasta destruirlo, pues solo así te arrancaría de mi vida y de mi ser. Me ha sido difícil visualizarme sin ti, no tener un hombro sobre el cual recargarme, ni unos brazos que me rodeen calidamente en un fuerte y fundido abrazo.
Me pregunto cuanto tiempo mas ha de pasar hasta poder perder de vista tus recuerdos, y verlos solo pasear a mi alrededor como fantasmas que carecen de poder para alterar mi mente y mi corazón. Cuanto tiempo ha de pasar para que de mis labios erosionen la frescura y la ternura de los tuyos cuando te besaba. Tendría que mudar de piel para desvanecer tus caricias, arrancarme mis labios para eliminar con ello el sabor de los tuyos impregnados en los míos. Tendría que hacer piedra mi corazón para no sentir nada, crear un vacío tan grande que ni el más mínimo recuerdo de ti pueda llenarlo. Tendría que despojarme de mi alma para que no provocaras toda clase de emociones al pensarte. Habría que sumergirme en el gélido invierno para enfriar mi alma y mi corazón, esperando con ello apagar ese fuego que arde en mi.
Para poder olvidarte tendría que extirparme todo aquello que ha sido tocado por ti. Tendría que desintegrarme nuevamente en polvo para que el viento esparza mis despojos por los cuatro rincones del planeta esperando con ello poder deshacerme de tu recuerdo.
Arturo Castillo.
jsf
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