¿A dónde se fueron nuestros gestos,
nuestras palabras, nuestras caricias,
el calor de nuestra piel...?
¿A dónde se fueron nuestros ayeres,
nuestros presentes y nuestros mañanas...?
¿A dónde se fue nuestro amor,
nuestra pasión, nuestro deseo...?
¿A donde se fueron nuestros anhelos,
nuestras dichas...?
¡La muerte me los arrebató!!
¡Me ha arrebatado todo!!
Decapito con su hoz nuestras almas,
nuestros sueños, nuestros mañanas.
Partió en dos el lazo que nos unió,
corto de tajo el tiempo
y el espacio entre los dos,
levanto puentes, creo abismos,
seco nuestras almas
matándonos lentamente,
dejándonos cautivos en esta dimensión.
No mato en vida,... que ironía.
A ti te atrapo en las redes de otro amor,
a mi me condujo a una viudez eterna,
impregnándome de aromas
a muerte, dolor y soledad.
Arturo Castillo.
jsf
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