jueves, 29 de marzo de 2012

Me quede sin palabras: se han ido,
y las que quedaban se han suicidado
o despeñados en el mar de lágrimas
que mi alma ha dejado.
Se suicidaron frases enteras,
párrafos que lo aclararían todo.
Me quede como un libro
al que olvidaron imprimir tinta
en sus casi amarillas y viejas hojas.
                           Angela Becerra.


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