Cómo no he de adorarte, Jesús mío!!!
si eres el suave manto de rocío
que ha revivido mis raíces secas.
Cómo no he de adorarte Amado mío,
si tu transformaste en esperanza ardiente
mi gran dolor y mi tristeza?
si eres el suave manto de rocío
que ha revivido mis raíces secas.
Cómo no he de adorarte Amado mío,
si tu transformaste en esperanza ardiente
mi gran dolor y mi tristeza?
Quién como tu Jesús. . .
que das al río cauce y corriente que jamás se agota
que haces estallar la estéril roca,
en fresco manantial para el estío?
que das al río cauce y corriente que jamás se agota
que haces estallar la estéril roca,
en fresco manantial para el estío?
Ya mi vaso jamás veré vacío
ni seré más un triste abandonado,
no sentiré la herida del pecado,
ni del traidor mordaz el desafío.
ni seré más un triste abandonado,
no sentiré la herida del pecado,
ni del traidor mordaz el desafío.
La misma soledad de ningún modo,
toma mi vida triste y desolada,
porque si ayer me diste fortaleza,
hoy contigo Jesús, estoy seguro,
toma mi vida triste y desolada,
porque si ayer me diste fortaleza,
hoy contigo Jesús, estoy seguro,
Es tan bello Señor, estar contigo,
tiene tu verdad tan dulce acento,
que sin poder decirte lo que siento,
arder yo siento en mi lo que te digo.
tiene tu verdad tan dulce acento,
que sin poder decirte lo que siento,
arder yo siento en mi lo que te digo.
En la cumbre estelar de lo que ansío,
Tu eres Jesús la luz que solo veo,
Eres mi fe, en Ti solo yo creo,
y es solo tu poder, en mi poderlo.
Tu eres Jesús la luz que solo veo,
Eres mi fe, en Ti solo yo creo,
y es solo tu poder, en mi poderlo.
Más si al final de mi senda,
la sombra de la muerte a mi cuerpo llegue,
a nada temo mi Jesús amado,
porque confío que en la aurora estelar. . .
habré de verte.
la sombra de la muerte a mi cuerpo llegue,
a nada temo mi Jesús amado,
porque confío que en la aurora estelar. . .
habré de verte.