Te ame tanto
que aun no me explico
el porque no te desprecio.
Te di tanto amor,
y tu solo veneno
inyectaste a mi corazón.
Por cada abrazo
recibí tu rechazo,
por cada afecto
recibí indiferencia.
Que ironía
encontrarme aún vivo.
Arturo Castillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario